En España tenemos una historia del arte formidable, son muchos los artistas emblemáticos que nos han dejado un legado de obras artísticas que transcienden fronteras. Los grandes maestros como pueden ser Goya, Murillo, Picasso, Velázquez y otros tantos han sido reconocidos a lo largo de la historia como artistas que marcaron un antes y un después en la historia artística de este país.

Sin embargo, hay muchos nombres que, pese a tener una gran aptitud artística, han quedado en el olvido, o que simplemente no recibieron la atención que merecían. Si además hablamos del sexo femenino, esta brecha es aún mayor. Si nos detenemos a pensar en las artistas del siglo XVIII o XIX… ¿Cuántos nombres nos vienen a la cabeza?

Lamentablemente, en esa época el trabajo de las mujeres estaba infravalorado por el mero hecho de ser eso, una mujer. Por lo tanto, nosotros queremos daros a conocer un nombre mucho más relevante de lo que imaginas: una artista española que fue infravalorada en su momento y que, a día de hoy, sigue casi en el olvido.

Rosario Weiss

Esta artista era hija de padres separados, algo que en el siglo XIX ya era bastante extraordinario. La madre de Rosario fue la ama de llaves del pintor Francisco de Goya y este fue quien enseñó a la pequeña a pintar. Tanto es así que hay obras completas hechas por ambos artistas, a cuatro manos. Además de en Madrid, vivió con Goya en Burdeos, Francia, y allí recibió formación académica.

Rosario Weiss volvió a España en 1833 y trabajó en el Museo del Prado realizando encargos. Más adelante llegarían algunos reconocimientos de su carrera. En 1940 ingresó en la Academia de San Fernando y dos años más tarde se convirtió en la profesora de dibujo de las infantas Luisa Fernanda e Isabel -quién se convertiría en Reina de España como Isabel II-.

Rosario Weiss acabó convirtiéndose, sin ninguna duda, en la artista más importante de España de la primera mitad del siglo XIX. Sin embargo, pronto nos quedamos sin su arte, ya que con tan sólo 28 años falleció. A día de hoy hay varias teorías, pero ninguna constancia formal de las causas de la prematura muerte.

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