El grafeno es un elemento químico que se consigue a través del carbono y que, aunque se descubrió en los años 30, no se ha comenzado a utilizar hasta principios del siglo XXI.
Recientemente, un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) ha diseñado el que se considera, por el momento, el material más fuerte y ligero de la historia. Lo han conseguido mediante un proceso de compresión y fusión de escamas de grafeno. El resultado: un material 10 veces mayor que el acero, pero mucho más ligero.
¿Para qué se puede utilizar este material?
Es resistente, flexible, duro y muy ligero. De este modo, sus aplicaciones son muy amplias, se puede utilizar para fabricar ordenadores, aviones, satélites o hasta para dispositivos móviles. Además, puede suponer un avance en cuanto al cuidado del medio ambiente, ya que el grafeno puede sustituir a otros materiales contaminantes.
Hasta el momento, el grafeno se consideraba el material más fuerte de la Tierra en su forma bidimensional. Gracias a estos investigadores, esas características se han podido trasladar a materiales tridimensionales.
Tal y como ha afirmado uno de los científicos que ha participado en el proyecto, Zhao Qin: “Una vez que creamos estas estructuras tridimensionales, queríamos ver cuál era el límite: cuál es el material más fuerte posible que podemos producir”.
Finalmente, con la creación de este material de grafeno, se ha conseguido un resultado cuya configuración es similar a la de una esponja, con una densidad de tan solo un 5%. A su vez, tiene una resistencia 10 veces mayor que la del acero.
Actualmente, los investigadores siguen descubriendo nuevas aplicaciones para este material. Un descubrimiento que, seguro, revolucionará el mundo de la tecnología, la construcción y hasta los materiales sanitarios.