El 2 de abril se celebra el Día Internacional del Libro Infantil, con el objetivo de valorar y potenciar este tipo de lectura entre los más pequeños, con todos los beneficios que conlleva.

No solo se promueve el hábito de la lectura, sino también la calidad de estos libros, sobre todo en tiempos actuales, cuando la industria no pasa por su mejor momento. Desde 1967 se celebra el Día Internacional del Libro Infantil, coincidiendo con la fecha del nacimiento del escritor Hans Christian Andersen. En este día se procuran organizar jornadas especiales en bibliotecas, colegios, etc.

2 de abril, Día Internacional del Libro Infantil

Cada año, una Sección Nacional patrocina este día, por lo que se escoge un tema y se invita a un escritor del país a escribir un mensaje para los niños y también a un ilustrador a diseñar un póster para su divulgación y promoción. En este 2019 es el turno de Lituania, que defiende el mensaje y la ilustración de Kesttutis Kasparavicius.

 

Día Internacional del Libro Infantil - Litografía Romero

A continuación te ofrecemos la traducción del mensaje publicado en la web de la OEPLI.

Los libros inspiran pausa

“¡Voy con prisa!”, “¡No tengo tiempo!”, “¡Adiós!”… Expresiones semejantes pueden oírse quizá a diario, no solo en Lituania —en el centro mismo de Europa—, sino en muchas partes del mundo. Y con frecuencia parecida se oye decir que vivimos en la edad de la abundancia de información, la prisa y la precipitación.

Sin embargo, tomas un libro entre las manos y, de alguna manera, te sientes distinto. Y es que los libros tienen una estupenda cualidad: te inspiran serenidad. Con un libro abierto y sumergido en sus tranquilas profundidades, ya no temes que todo te pase de lado a toda velocidad, sin llegar a apreciar nada. Empiezas a creer que no será preciso lanzarse como loco a tareas de dudosa urgencia. En un libro todo sucede sigilosamente, en orden y según una secuencia. ¿Será tal vez porque sus páginas están numeradas y las hojas al pasar crujen tranquilamente y con un suave efecto relajante? En un libro los acontecimientos pasados se encuentran plácidamente con los que han de venir.

El mundo del libro es muy abierto; su realidad sale al encuentro amistoso con el ingenio y la fantasía, y a veces ya no sabes muy bien dónde —si en un libro o en la vida— has notado de qué manera tan bella caen al derretirse las gotas del tejado nevado, o de qué forma tan encantadora cubre el musgo la cerca del vecino. ¿Ha sido en un libro o en la realidad donde has experimentado que las bayas del serbal no son sólo bellas, sino amargas? ¿Acaso sucedió en el mundo de los libros, o de verdad estabas tumbado sobre la yerba en verano, y después sentado con las piernas cruzadas, contemplando las nubes que surcaban el cielo?

Los libros ayudan a no acelerarse, enseñan a observar; los libros invitan, incluso obligan a acomodarse, pues casi siempre los leemos sentados, poniéndolos en la mesa o en el regazo, ¿no es así?

¿Y acaso no habéis experimentado otra maravilla: que cuando leéis un libro, el libro os lee a vosotros? Sí, sí, los libros también saben leer. Os leen la frente, las cejas, las comisuras de los labios, que ahora suben, ahora bajan; sobre todo, por supuesto, os leen los ojos. Y por los ojos entienden… adivinan… Bueno, ¡vosotros mismos sabéis qué!

No tengo duda de que a los libros les parece muy interesante estar sobre vuestro regazo, pues una persona que lee —sea niño o adulto— solo por eso ya es bastante más interesante que la que se resiste a tomar un libro entre las manos, que la que —siempre con prisa— no llega a sentarse y no tiene tiempo de fijarse en casi nada. Este es mi deseo para todos en el día internacional del libro infantil: ¡Que existan libros interesantes para los lectores y lectores interesantes para los libros!

(Texto original e ilustración: Kęstutis Kasparavičius. Traducción: Carmen Caro Dugo)

 

Con este precioso texto, en Litografía Romero apoyamos y reivindicamos la causa. El Día Internacional del Libro Infantil promueve valores esenciales para el desarrollo de los más pequeños de la casa. Apostar por la lectura desde tan pequeños y, sobre todo, apostar por una lectura de calidad, es esencial.