El Sistema de impresión offset es hoy en día uno de los más solicitados dentro de la litografía. Son muchos los trabajos de grandes marcas y corporaciones que se realizan a través de este sistema, y es que ya en varias ocasiones hemos demostrado y explicado todas las bondades de este sistema.
Hoy, por nuestra parte, queremos ampliar esta información y conocer un poco más sobre algo muy curioso: la historia del sistema de impresión offset.
Si la imprenta marcó un hito en la historia de la humanidad, todas sus variantes han sido protagonistas de grandes avances en el sector.
La historia del sistema de impresión Offset
En 1976, Alois Senefelder inventó lo que se conoce como litografía, y fue el primer proceso de impresión en plano. Para entender su funcionamiento, debemos saber que cnstaba de placas de pidra que funcionaban como soporte y sobre las que se dibujaba o escribía algo con un color graso. Acto seguía se humedecía la superficie con agua, la cuál penetraba en la piedra excepto en la zona escrita. Después se aplicaba tinta grasa de impresión sobre la piedra, las zonas mojadas no la aceptaban y en el resto quedaba adherida a la plancha, pudiendo hacer así la impresión. A su vez, la presión se ejercía a través de unos rodillos recubiertos de caucho que se adaptaban al papel.
Pues bien, la impresión Offset se descubrió prácticamente por un error de este tipo de impresión descrita. Se considera que fue desarrollada por Caspar Hermann y por Rubel, aunque no de manera conjunta. Y es que en 1904, Rubel trabajaba en una imprenta cuando dejó por olvido de marcar uno de los pliegos y la impresión pasó al cartucho que cubría el cilindro. Eso desembocó en que el siguiente pliego saliera impreso por las dos caras y se dio cuenta de que la impresión hecha desde el propio cartucho tenía mayor calidad.